Para que la higiene diaria del bebé se transforme en un momento agradable y a la vez relajante, solo necesitas elegir una habitación caldeada (22-24º), un cambiador o soporte alto y plegable, un recipiente con agua templada, una esponja, una toalla suave y algunos productos especiales (algodón, toallitas, etc.). A continuación te explicamos cómo proceder paso a paso al aseo de tu bebé:

Cara:

Humedece un par de bolitas de algodón hidrófilo o discos con un poco de leche limpiadora y pásalas con movimientos circulares por la cara del bebé en el siguiente orden: nariz, frente, mejillas y mentón. Luego aclara su carita con otro algodón y procede a su secado con una toalla suave. 

Oídos:

Limpia el pabellón auditivo utilizando algún disco de algodón o una gasa. Nunca introduzcas para limpiar el conducto auditivo el típico bastoncito de algodón. Si detectas un exceso de cera, acude a tu farmacia para que te proporcionen un producto adecuado para tal fin.

Ojos:

Humedece un disco, un algodón o una gasa con suero fisiológico y pásalos con cuidado por los párpados siempre de dentro hacia fuera (utiliza un algodón diferente para cada ojo).  Después procede a secar los ojos con otro algodón seco.

Nariz:

Normalmente la introducción en la nariz de unas gotas de suero fisiológico para fluidificar los moquitos del bebé es el método más utilizado. Existen aerosoles de suero fisiológico con la presión justa para la limpieza de la nariz del bebé así como también aspiradores nasales.

Boca:

Inmediatamente después de haber dado el pecho o el biberón pasa un algodón por los labios de tu bebé. Luego con  cierto cuidado pásale por el interior de la boca un dedo envuelto en una gasa empapada con agua tibia.

Pelo:

En los primeros días, basta con limpiar la cabecita del bebé con una toallita húmeda jabonosa. Una vez tenga más pelo, humedece con agua su cabeza, empápala de champú y procede a su aclarado ayudándote con la mano.

Higiene del culito y genitales:

Una vez has retirado el pañal sucio, limpia su culito y genitales con agua y jabón neutro. Es conveniente empezar el aseo pasando un algodón por los pliegues de las piernas. En los niños limpia el pene siempre de arriba abajo y a  continuación la zona del ano y las nalgas. En las niñas, una vez limpiado los pliegues de entre las piernas, limpia la zona vaginal siempre en dirección de delante hacia atrás para así no transferir germen alguno. Finalmente limpia los labios mayores y menores, el ano y las nalgas. No utilices en ningún momento polvos de talco ni aceites o perfumes. Finalmente coloca un pañal limpio.

La hora de baño es una de las tareas preferidas por padres y más complaciente para el bebé. Sin embargo hay que tener en cuenta ciertos requisitos….

1. ¿Cada cuánto debo bañarlo? Si tu bebé no presenta afección alguna en la piel que lo contraindique puedes proceder a bañarlo todos los días. Ahora bien, en caso de que el bebé tenga una piel muy sensible, es mejor que lo bañes días alternos, y el resto de los mismos solo procedas a asearlo con una esponja húmeda. 
2. ¿Qué lugar de la casa es el ideal? Puedes elegir la habitación de la casa que te resulte más cómoda, siempre que esté a la temperatura correcta (22-25º) y alejada de las corrientes de aire.
3. ¿Qué bañera es la mejor? En el mercado existen todo tipo y clase de bañeras. Para su elección es conveniente tener en cuenta tres criterios fundamentales: el espacio que ocupa (elegir la bañera dependiendo del espacio del que se disponga en casa); que sea  segura (escoger la bañera comprobando que su soporte es lo suficientemente firme y seguro), y que sea fácil de limpiar (elegir dependiendo de lo fácil o difícil que crees que te resultará su limpieza).
4. ¿Cuál es la hora ideal del baño? Por norma general la hora ideal del baño es aquella que la madre crea más conveniente. Sin embargo, si tu bebé es un tanto inquieto es preferible bañarlo antes de la penúltima o última toma de alimento, ya que le relajará y le ayudará a conciliar más fácilmente el sueño. Otra ventaja de bañar al niño por la tarde/noche es que a estas horas normalmente el papá también ya está en casa y puede ayudarte en tal tarea, convirtiendo la hora del baño en un momento familiar muy agradable.
5. ¿Cuánto agua debo usar y a qué temperatura debe estar? Es importante tener en cuenta que la bañera nunca debe llenarse de agua hasta arriba (unos 12-15 cm es suficiente) y comprobar que la temperatura sea la adecuada (entre 34º y no superior a los 37º). Durante el baño es conveniente ir comprobando que la temperatura del agua no descienda demasiado ya que el bebé podría coger frío.
6. ¿Cuánto rato puede estar en el agua? Durante las primeras semanas es preferible que el tiempo dedicado al baño del bebé no sea excesivo (3-4 minutos es suficiente). A los tres meses puede alargarse unos 10 minutos y a los seis un cuarto de hora.
7. ¿Por qué llora cuando lo baño? Si tu bebé llora durante el baño, una posible solución es bañarlo en su habitación o en el entorno que creas le sea más familiar. Otra solución es bañarlo siempre a la misma hora (para que se habitúe a tal rutina) y no utilizar una bañera demasiado grande (algunos bebés se sienten “perdidos” en tales bañeras). En cualquier caso hay que tener en cuenta que muchos niños necesitan cierto tiempo para habituarse al contacto con el agua, y que es perfectamente normal que los primeros días estén inquietos al proceder a bañarlos.
8. ¿Debo finalizar el baño con un masaje? Después del baño es conveniente hidratar su piel con alguna loción o aceite especifico. A la vez  puedes aprovechar  para  practicarle un suave masaje corporal.
9. ¿Puedo dejarlo solo un momento? A un bebé no se le puede dejar nunca solo en la bañera (ni por un segundo siquiera). De hecho, antes de introducirlo en la bañera debes asegurarte de que tienes al alcance de la mano todos los elementos que vas a necesitar. En caso de que no tengas más remedio que interrumpir el baño (porque te reclaman por algún motivo), cubre al niño con una toalla para que no se enfríe y llévalo contigo.